esta se convirtió en una de mis historias favoritas...
Hace muchísimo tiempo atrás, en la Patagonia, la gigantesca ballena, o Góos como le decían los Tehuelches, vivía caminando por la tierra con sus pequeñas y cortitas patitas. Esto era muy peligroso por que así como los humanos algunas veces cuando caminamos no nos damos cuenta si pisamos a las casas de las hormigas, estas después tienen que volver a construir todo. Con Góos pasaba algo muy parecido.
Mientras paseaba, como se movía muy poco, algunas veces se aburría y empezaba a bostezar, y como Góos tiene una gran boca tragaba todo lo que tenia cerca desde bichos hasta personas.
Como empezaron a desaparecer los tehuelches fueron a preguntarle a Elal (su gran héroe e inventor de muchas cosas que ayudaron a los tehuelches) buscando el por qué estaban desapareciendo tantas cosas. Entonces Elal decidió ir a revisar.
De pronto se encontró con Góos y le preguntó, pero ella como sabia lo que pasaba cerró la boca y no quiso mostrarle a Elol lo que tenia adentro.
Pero como Elol era muy inteligente usó sus poderes para convertirse en un pequeño tábano, y espero a que la ballena bostezara hasta que se lo trago. Adentro no se veía nada pero se escuchaban murmullos, gente tosiendo, piares de pájaros y muchas otras cosas. De pronto Góos volvió a bostezar y entro luz, allí Elal vio a muchas personas, todos con cara de aburridos (que iban a hacer si estaban adentro de una ballena).
A ver esto Elal comenzó a picotearla hasta que la hizo toser, y allí comenzaron a salir todas las cosas que la Góos había tragado, largo para afuera a diez familias, con abuelos y todo, caballos, ropa, arbustos, piedras, guanacos, una bandada de flamencos, muchísimas maras y por último al tábano que se convirtió en Elal.
-¡pero que desastres tus bostezos!- dijo Elal.
A Góos le dio tanta vergüenza que, de no ser porque es negra, se habría visto lo colorada que se puso.
Entonces Elal le dijo que era mejor que se fuera a vivir al mar.
Góos se fue un poco triste para allá y se metió al agua. Pero inmediatamente se dio cuenta de que le gustaba. En el mar se sentía liviana a pesar de lo grande y gordita que es, podía andar más rápido ¡y hasta podía saltar! ¡Góos estaba feliz allá! Las patitas se le fueron convirtiendo en aletas y su cuerpo se le hizo parecido al de un pez gigante.
Y así Góos dejó de ser un peligro para la gente y hoy vive feliz en el mar saltando y cantando mientras nada.
"La chic y su Luz de Luna"
- Luz de Luna
- Puntra, Chilhue
- cabra chica muy grande para su edad mental, con ganas locas de crear pero limitada por el tiempo y espacio de la vida que eligio vivir.
jueves, 12 de noviembre de 2015
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